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Los 22 «ultra sur» que estaban acusados de causar destrozos en el hotel Linda de s'Arenal fueron ayer absueltos por un juez de Palma. Los seguidores radicales del Madrid, entre los que se encontraba el conocido líder José Luis Ochaíta, se habían desplazado a la Isla para presenciar un partido contra el Mallorca que acabó con el resultado de 1-5. Los radicales salieron de marcha por la zona, protagonizando un altercado en un bar cercano, del que se llevaron una mesa de mezclas. El grupo salió corriendo, perseguido por un grupo de latinoamericanos armados con estacas de madera. Los radicales se refugiaron en el hotel y, una vez allí, se organizó una batalla campal en la que volaron botellas, sillones, macetas, extintores y ceniceros, y que acabó con las cristaleras del hotel destrozadas.

La celebración del juicio se había visto amenazada, puesto que el fiscal quería que los acusados se trasladasen a Mallorca. Sin embargo, como para cada uno de ellos se pedían menos de dos años de cárcel, se les permitió prestar testimonio por videoconferencia desde Madrid a excepción de un acusado, que sí estaba en la sala. Uno por uno, los «ultras» afirmaron que en el momento de los incidentes, a las 06.00 horas, estaban todos durmiendo apaciblemente en sus habitaciones.

Luego declaró una pareja de novios de Madrid que pasaban unos días en la Isla. El hombre explicó que fue arrollado por el grupo de latinoamericanos, algunos de los cuales le golpearon cuando se encontraba en el suelo. Un testigo que declaró desde Canarias resultó clave, puesto que afirmó que le resultaba imposible identificar a los culpables de los destrozos. El fiscal retiró la acusación y al final se observaron, a través de la televisión de la sala, los abrazos y felicitaciones de los 21 acusados en Madrid.