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AGENCIAS-DUBLÍN
La policía irlandesa ha decretado dos días de silencio informativo en el caso del asesinato de Siobhan Kearney, la propietaria de una hotel en Sóller que fue hallada estrangulada en su vivienda de lujo en Dublín el pasado martes. Esta decisión es muy poco frecuente en Irlanda. Al parecer, la policía ha decidido recomendar este silencio para que no se vean entorpecidas sus labores de investigación por los continuos rumores y publicaciones sobre el caso.

Las últimas informaciones apuntan a que la mujer estaba en trámites de separación de su marido, Brian, y que en los últimos tiempos se habían dado «un tiempo» en su relación. Los vecinos del barrio de Goatstown en donde residían apuntan a que últimamente la pareja tenía algunos problemas, y que ambos discutían con frecuencia por las licencias de obras de una residencia próxima a su casa que pensaban poner en venta.

La mujer había viajado recientemente a Mallorca y preparaba su regreso el próximo mes, para reabrir el hotel al público. Su marido, sin embargo, no tenía intención de volver a Mallorca, según fuentes cercanas al caso. Asimismo, estas fuentes informaron que Brian se ha hecho cargo del cuidado de su hijo de tres años, que en el momento del crimen se hallaba en el domicilio, aunque no en la habitación de la madre.

Los medios de comunicación locales también han resaltado que el crimen de Siobhan Kearney es el tercero en 18 meses de características muy similares: mujeres en torno a los 40 años, residentes en los alrededores de Dublin y asesinadas por medios parecidos.

Sin embargo, las únicas pistas que se tienen actualmente de la investigación son la detención de un hombre varias horas después del crimen, y que fue puesto en libertad el mismo día de su arresto. Su identidad no trascendió.

Tampoco se sabe nada de la autopsia realizada a la víctima, que podría aportar valiosos datos. En principio, se cree que el autor del crimen utilizó el cable de una aspiradora para estrangularla, el cual fue hallado a pocos pasos del cuerpo. Los investigadores están intentando localizar en este cable el ADN del autor del estrangulamiento.