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EFE-VIGO
Un médico forense de la prisión de A Lama, donde se encuentra internado el presunto asesino de la joven Àgueda González, inspeccionó ayer a Francisco Javier R.B. para examinar si conserva en su cuerpo «rastros de forcejeo» con la víctima.

La decisión de analizar el cuerpo del presunto asesino fue tomada por la juez que instruye el sumario tras las primeras observaciones de los forenses que examinaron el cadáver, que presentaba «signos visibles en las manos de haberse defendido».

La juez ha ordenado además que se le extraiga al presunto asesino una muestra de saliva para efectuar una prueba genética de ADN que permita determinar si estuvo en el lugar del crimen.

Todavía sigue siendo una incógnita el móvil del crimen y tampoco se ha determinado si el lugar en donde apareció el cadáver fue también el del crimen.

El asesinato ha conmocionado la localidad de Baiona, donde se han decretado tres días de luto. Ayer tuvo lugar la ceremonia fúnebre en el tanatorio de Valmiñor. El cuerpo fue trasladado entre una multitud de vecinos y familiares hasta la iglesia de la parroquia de Baredo, donde recibió sepultura.