La víctima, junto a un compañero de trabajo, en una imagen reciente.

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PEP MATAS/GUILLEM PICÓ
Marie Margot Sumi, la joven de 27 años asesinada presuntamente por su ex compañero el jueves por la noche en els Hostalets, había ido a recogerlo por la mañana a la cárcel de Palma. Marie había iniciado una relación con otro joven hace un tiempo, pero quería que Juan Manuel Gutiérrez, el padre de sus dos hijos, de tres y cinco años de edad, estuviese con ellos durante la fiesta de Reyes. Por ello puso todas las facilidades del mundo para que su ex compañero obtuviese un permiso carcelario de tres días.

Marie trabajaba desde hace aproximadamente un año en un restaurante que está junto al Mercat de l'Olivar, en Palma. El jueves por la mañana fue al Centro Penitenciario a recoger a su ex compañero, de 44 años, y después los dos se desplazaron al restaurante. La joven tenía dolor en una muñeca y su jefe le dijo que fuese al médico a buscar la baja y no se preocupara. Poco después Marie y Juan Manuel abandonaron el restaurante.

Un compañero de trabajo de Marie Margot recordó ayer que Juan Manuel «estuvo aquí tomándose algo cuando vino con ella, estaba normal y a la mañana siguiente nos enteramos de que la ha matado, es inexplicable».

El asesinato de Margot fue un golpe muy duro para sus compañeros de trabajo, quienes no pudieron reprimir las lágrimas en los ojos durante toda la jornada de ayer. Otro compañero explicó: «Cuando suele morir alguien siempre se dice que era una gran persona y se recuerdan las cosas buenas, pero es que en este caso es más verdad que nunca, Margot era un ángel, nunca tenía una mala palabra y era incapaz de hacer daño a nadie». Otro amigo de la joven expresó: «Es increíble, el hombre al que liberó por la mañana la mató por la noche, no tiene perdón que se haga una cosa así».