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EFE-ISLAMABAD
El terremoto que el pasado día 8 sacudió Pakistán ha causado ya 54.000 muertos y 77.000 heridos, según la última actualización de víctimas ofrecida ayer por el Gobierno.

El ministro paquistaní de Interior, Aftab Ahmed Khan Sherpao, indicó, no obstante, que lo previsible es que esa cifra aumente debido a que aún no se han revisado todos los edificios destruidos y a los devastadores efectos del inminente invierno.

«Con el mal tiempo que se espera para dentro de unas semanas, estamos luchando contra reloj para salvar a gente y a muchos les hemos pedido que bajen de las montañas», apuntó Sherpao.

Según el ministro de Interior, unas 36.000 personas murieron en la Cachemira paquistaní y otras 18.000 fallecieron en la provincia de North West Frontier.

En la Cachemira paquistaní estuvo el epicentro del devastador terremoto del pasado día 8, que alcanzó los 7,6 grados en la escala de Richter y se sintió una franja de países que van desde Afganistán hasta Bangladesh. Por otro lado, Naciones Unidas pidió ayer aumentar a 640 millones de euros la ayuda a los millones de afectados por el seísmo, frente a los 362 millones solicitados inicialmente, y alertó que hasta la fecha sólo se ha recabado el 25 por ciento de los recursos.

Asimismo, en una rueda de prensa ofrecida ayer en Madrid, responsables de UNICEF advirtieron de la llegada del invierno y sus graves efectos, especialmente sobre los niños.