Restos del fuselaje de la avioneta.

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La Font des Noguer, entre Cúber y el Gorg Blau, amaneció ayer ennegrecida, con los restos del fuselaje del Air Tractor esparcidos entre la ceniza. Un día después de que el piloto Enrique Carré falleciera al estrellarse con una avioneta del Ibanat durante la extinción de un pequeño incendio, las investigaciones de campo para esclarecer las causas del siniestro ya han empezado. Ayer por la mañana llegaron a Mallorca desde Madrid varios técnicos de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Aéreos, dependiente de Aviación Civil. Los expertos se desplazaron hasta Inca, desde donde fueron guiados por la Guardia Civil hasta el lugar del accidente. Los técnicos iniciaron las primeras investigaciones de campo, cuyos resultados podrían tardar varios meses en darse a conocer.

El conseller de Medi Ambient, Jaume Font, no quiso especular sobre las causas del accidente, aunque recalcó que las condiciones meteorológicas eran buenas y que el lugar es «amplio y no ofrece complicaciones para pilotar».

En rueda de prensa, Font explicó que la avioneta Air Tractor que se estrelló fue fabricada en 1998, acumulaba 1.079 horas de vuelo, contaba con todos los permisos correspondientes y pasaba todas las revisiones pertinentes, cada 100 horas de vuelo.

La última de ellas tuvo lugar el pasado 4 de agosto, y desde ese día hasta el pasado domingo había volado 15 horas. El avión tenía el certificado de vuelo en regla hasta el próximo 26 de abril de 2006.

La única incidencia destacable de los últimos días fue que el motor de arranque no funcionaba bien, por lo que tuvieron que sustituirlo por otro. Sin embargo, tanto el mecánico de las avionetas como el piloto del otro aeroplano aseguraron que «todo era normal».

El conseller explicó paso a paso cómo sucedieron los hechos hasta el fatal incidente. A las 09.59 horas el Ibanat tuvo el aviso de que estaba teniendo lugar un incendio forestal entre el Gorg Blau y Cúber. La avioneta Air Tractor despegó a las 10.15, llegó al lugar siete minutos más tarde y realizó una primera descarga. Luego regresó a Son Bonet, llenó los tanques de agua y a las 10.53 efectuó la segunda descarga. Incluso se llegó a comunicar por radio indicando que ya había lanzado el agua, y un técnico le explicó que la maniobra había sido «perfecta».

Unos instantes después, el avión hizo una extraña maniobra y cayó «en picado» al suelo. El accidente fue visto por las brigadas del Ibanat que se encontraban en el lugar y por el piloto del helicóptero, que también trabajaba en la zona.

Font aseguró que a pesar del accidente, los medios de extinción están «totalmente operativos» y comentó que la empresa Martínez Ridao desplazará a Mallorca otro avión para sustituir al que se estrelló.