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REUTERS-LIMA
La policía peruana buscaba el miércoles cuerpos entre los restos del avión de la aerolínea local TANS que se partió en dos tras realizar un violento aterrizaje de emergencia en medio de una tormenta en la selva noreste del país, provocando al menos 41 muertes. Fuentes oficiales dijeron que 59 personas sobrevivieron a la catástrofe del martes, que fue el cuarto accidente aéreo en menos de un mes tras los ocurridos en Canadá, Grecia y Venezuela. El Boeing 737-200, procedente de Lima, intentó aterrizar sobre una carretera asfaltada en medio de una fuerte tormenta a pocos kilómetros del aeropuerto de la ciudad de Pucallpa, pero terminó posándose sobre una zona pantanosa. Medios de prensa indicaron que la nave se incendió tras tocar tierra. Usando machetes para abrirse paso en una vegetación frondosa, policías y bomberos reiniciaron con las primeras luces del día la búsqueda de cuerpos, mientras que TANS envió dos aviones con suministros médicos a la remota área, a unos 780 kilómetros al noreste de Lima. El portavoz de TANS, Jorge Beleván, dijo en una conferencia de prensa que de los 41 muertos sólo 16 estaban identificados.

«Las cajas negras ya han sido ubicadas, están en la Fiscalía. Tienen que ser decodificadas (...) para eso no hay un plazo pero normalmente dura entre dos y cuatro meses», agregó.

Entre los fallecidos está la española Eva María Gonzalo, de 27 años. La nave partió con 100 personas, entre pasajeros y tripulantes, desde Lima y debía aterrizar en Pucallpa para hacer una escala, antes de su destino en la ciudad amazónica de Iquitos. Entre los pasajeros habían 16 extranjeros: 11 estadounidenses, dos italianos, una española, un australiano y un colombiano. Un estadounidense y un italiano también habrían muerto, según la policía.