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AGENCIAS-ATENAS
Al menos seis de los 121 ocupantes del avión chipriota que el domingo se estrelló cerca de Atenas estaban vivos en el momento del impacto del aparato, según dijo ayer Filipos Kuchaftis, el jefe del cuerpo griego de forenses y encargado de examinar los restos de las víctimas del siniestro.

Kuchaftis declaró que el corazón y los pulmones de esos viajeros «funcionaban» y que esas personas «respiraban» en el momento del siniestro y añadió: «no puedo excluir que pudieran estar desmayados ni que se mantuvieran con todos sus sentidos a la hora del accidente». Informó también de que hay 80 cadáveres que no son reconocibles porque están completamente quemados pero siguen las investigaciones.

Según el Ministerio de Transporte de Chipre, había 12 griegos, 104 chipriotas y 4 personas de Armenia. También 17 niños menores de 16 años, el más pequeño sólo de 4.

Entre las primeras conjeturas se descartó el secuestro del avión y hay indicios de que se trata de fallos técnicos múltiples derivados del mal funcionamiento del sistema de refrigeración y de presión en el aparato. Después de 10 minutos de vuelo desde Larnaca el piloto avisó a su compañía por radio sobre un desperfecto en el sistema de refrigeración y luego se perdió la comunicación.

Asimismo, la policía informó ayer que el griego de 32 años que afirmó haber recibido un mensaje SMS de un primo suyo que iba en el avión que decía: «Tenemos frío, el piloto está azul. Vamos a morir. Adiós», ha sido detenido por mentiroso y ha reconocido que se inventó el mensaje que ha dado la vuelta al mundo en medios de comunicación.