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Hamid Guezzar, el acusado de matar a pedradas a su ex pareja en Puntiró en enero de 2004, se ha declarado inocente de todos los cargos. Ayer se inició en la Audiencia Provincial la primera jornada del juicio en su contra, que se está celebrando mediante Tribunal del Jurado. En una declaración que duró casi cuatro horas, Guezzar mantuvo en todo momento su inocencia, acusando a la «mafia de la droga» de matar a María Isabel Ferrer. El inculpado explicó que venía manteniendo una relación con la víctima desde hacía dos años, y que en la época de los hechos ambos compartían vivienda en Palma. Él trabajaba en unos invernaderos de Son Ferriol, mientras que la fallecida se dedicaba «a traficar con droga». Guezzar también explicó que ambos eran consumidores habituales de éxtasis y cocaína. El día del crimen, Guezzar asegura que Isabel Ferrer tenía que encontrarse con dos «mafiosos» llamados Jeloul y José, a los que debía entregar 100.000 pastillas de éxtasis que previamente les había sustraído. El encuentro debía celebrarse en «unos invernaderos de Son Ferriol», lugar en el que fue hallado el cadáver de Isabel Ferrer días más tarde.

Sin embargo, durante sus cuatro horas de declaración Guezzar cayó en numerosas contradicciones, variando sus respuestas en numerosas ocasiones hasta que, finalmente, la presidenta del Tribunal le interrumpió para exigirle que contestara a las preguntas que el fiscal le estaba realizando «y deje de decir lo que le parezca». A partir de ese momento, el acusado se negó a seguir contestando las preguntas del ministerio fiscal y luego las del abogado de la acusación particular.

Mientras tanto, él estaba en Palma realizando diversas gestiones. Siempre según su declaración, ese día se asustó mucho al no tener noticias de su pareja y, a media tarde, hizo las maletas y se marchó a Madrid y de allí a Tánger, donde permaneció hasta principios de abril. Según él, con esta huida pretendía escapar de la «mafia».