La cocina de la vivienda resultó con cuantiosos daños materiales tras el incendio. Fotos: JAVIER JIMÉNEZ

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Un vecino de la calle Cap Blanc, en la barriada palmesana de Son Roca, resultó herido ayer por la mañana en un incendio que se declaró en la cocina de una planta baja.

A las 10.40 horas, aproximadamente, Juan Ignacio Pérez se encontraba cocinando en su casa de la calle Cap Blanc número 2 y la campana extractora, de improviso, quedó envuelta en llamas. El fuego se propagó con gran celeridad y el hombre, de una treintena de años, no pudo hacer nada para evitarlo. Los servicios de emergencia fueron alertados del siniestro en la planta baja y hasta aquella dirección se desplazaron unidades de la Policía Local, del Cuerpo Nacional de Policía, una ambulancia del 061 y dos camiones de los Bomberos de Palma. La calle quedó cortada de forma provisional, mientras los equipos movilizados se hacían cargo de la situación.

Las llamas, a esas alturas, ya habían consumido parte del mobiliario de la cocina, pero por fortuna no se habían propagado a otras dependencias. A pie de calle numerosos vecinos y curiosos siguieron con interés las tareas de extinción. «Hemos salido alarmados porque hemos escuchado sirenas y mucho jaleo. Al principio no sabíamos qué pasaba y luego nos han dicho que se quemaba una casa», explicó un testigo. Minutos después de las once de la mañana el único herido en el siniestro fue trasladado por los sanitarios del 061 hasta el hospital de Son Dureta. Se había lesionado una mano, la derecha, aunque su estado no era grave y, por consiguiente, no fue necesario ingresarlo.

El hermano de la víctima declaró a este periódico que él había salido a comprar y cuando regresó a la vivienda se encontró con todo el despliegue de bomberos y policías en la calle: «Ha sido al parecer la campana de la cocina, que se ha incendiado de repente», añadió. Junto a la dependencia siniestrada hay un pasillo y al lado se encuentra el comedor de la casa, con un sofá, una mesa, televisión y un ordenador. Afortunadamente, las llamas no llegaron a esa sala. El humo, sin embargo, sí que ennegreció paredes y techos y en la cocina algunas baldosas saltaron como consecuencia de las altísimas temperaturas que se registraron.