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Una niña de dos años falleció ayer en el Hospital Sant Joan de Déu de Esplugas (Barcelona) a consecuencia de las graves heridas que le produjo el domingo el ataque de un perro de raza 'Akita Inu' propiedad del compañero sentimental de su madre. El propietario del can no ha presentado aún la documentación obligatoria para la tenencia de este perro de raza prohibida en Cataluña.

Lo que en principio parecía que iba a ser una tranquila tarde de paseo de domingo se convirtió en un trágico suceso que tuvo como resultado la muerte de una niña. La pequeña paseaba sobre las seis y media de la tarde por un descampado y unos huertos situados detrás de el Hotel Acapulco de Sitges junto a su madre y al compañero de ésta. El animal se puso nervioso y atacó a la cabeza y al cuello de la niña que, ante la gravedad de las heridas, tuvo que ser trasladada de urgencia por el compañero sentimental de su madre al centro hospitalario más cercano. La menor, Paula M.P., que el próximo agosto cumpliría tres años, fue traslada en primera instancia al Hospital de Sant Camil y Sant Pere de Ribes y, posteriormente, dada la gravedad de su estado, fue evacuada al Hospital de Sant Joan de Deu, donde falleció.

La Guardia Civil, que se ha encargado de las diligencias del caso, aún no ha podido interrogar al propietario del perro ni a la madre de la niña porque están afectados por una fuerte conmoción por lo sucedido, al presenciar en primera fila el ataque el animal. La causa principal de la agresión podría haber sido los «celos» del animal al «sentirse desplazado» por la pequeña, según dijo el asesor de terapia de conducta y adiestramiento de «El Refugio», Carlos Alfonso López. Los casos de agresiones de esta magnitud, apuntó López, son «muy aislados» y normalmente influye más en su comportamiento el tipo de dueño, que quizá ha fomentado y potenciado su agresividad, que la propia raza.