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LORENA BOSCH/GUILLEM PICÓ
Como si hubiera vuelto a nacer. David, el niño de cuatro años que el viernes cayó por el hueco de un ascensor desde una altura de 10 metros, se recupera en Son Dureta y ayer por la tarde incluso sonreía y tenía ganas de jugar. El pequeño sufre una doble fractura de fémur y un traumatismo craneal, pero de momento se ha descartado que padezca lesiones internas, aunque estará unos días más ingresado y se le realizarán una serie de pruebas.

El accidente ocurrió en un bloque de viviendas ubicado en la calle del Xaloc del Port de Pollença, donde reside una de las chicas. Vanesa recordó que hace cinco días el ascensor ya se había quedado parado cuando subía y los bomberos tuvieron que ir a rescatar a los menores.

Vanesa, la madre del pequeño explicó ayer a Ultima Hora que cuando llegó al domicilio, vio la ambulancia, a su hijo dentro y «mucha sangre», se temió lo peor, pero David tuvo la suerte de «no caer de lado ni de cabeza y, aunque la recuperación será larga y lenta, tenemos que dar gracias de que esté bien», dijo.

La madre indicó que ella trabaja en un restaurante y dos vecinas que tienen 14 años recogen a David cuando sale de clase y juegan y están con él hasta que acaba de trabajar.

La madre de David les dijo que no subieran por el ascensor para que no volviese a pasar lo mismo, pero los tres menores no le hicieron caso y el viernes por la tarde, al regresar de clase, se repitió la misma situación, aunque con distinto final.

El ascensor quedó parado entre el segundo y tercer piso. Las dos chicas subieron al techo del ascensor, abrieron la puerta y saltaron al rellano de la escalera. Cuando le dijeron a David que saliese, éste perdió el equilibrio y cayó por el hueco.