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En las últimas semanas, los vecinos del Coll d'en Rabassa han sido víctimas de una oleada de robos cometidos en aparcamientos de viviendas, donde los ladrones han forzado más de 30 vehículos y se han llevado numerosos objetos de valor, además de provocar cuantiosos desperfectos.

Jesús, uno de los vecinos afectados, explicó a este diario que los robos han sido frecuentes desde hace cuatro meses, aunque en los últimos 15 días han aumentado mucho. El 'modus operandi' de los ladrones es siempre el mismo: acceden a los garajes desde la puerta principal de la finca y luego fuerzan las puertas de acceso al garaje simplemente a golpes, provocando graves daños en los tabiques. Acto seguido fuerzan las cerraduras de vehículos o rompen directamente los cristales de las puertas, para llevarse a continuación los objetos de valor. En la pasada madrugada del jueves, los ladrones entraron en seis vehículos en una finca situada en la calle Bartolomé Castell. De uno de ellos, un todoterreno, robaron material de escalada y un equipo de radioaficionado por valor de unos 9.000 euros, provocando además grandes daños cuando le intentaron realizar un «puente». En este mismo lugar los ladrones robaron un Fiat y provocaron desperfectos en seis puertas de seguridad, luces de emergencia y extractores de humo, daños que han superado los 2.500 euros.

Pero los robos también han tenido lugar en las calles Josep Malbertí y José Vargas Ponce, afectando a un total de 27 vehículos.

Uno de los detalles que llama la atención de los vecinos es que hay casos en que el robo parece ser mucho más selectivo que en otros, puesto que en ocasiones tan sólo se llevan la documentación de los vehículos, pilotos de escaso valor económico o incluso los extintores. En otros robos desconectan los sistemas de codificación de la puerta, se los llevan y destrozan todas las luces de emergencia que encuentran a su paso.