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El tráfico de éxtasis se ha devaluado durante los últimos meses en Manacor, pero aún así existe un mercado en el cual es posible encontrar lo que en un tiempo se conoció como 'la droga del amor', y que al final se ha quedado en una droga de diseño que se adultera y modifica por parte de los encargados de producirla.

Es Carreró, en Porto Cristo, ha sido durante mucho tiempo un lugar donde era fácil encontrar las píldoras. En la actualidad este tipo de droga se vende más en Manacor y tres de los apodos que entre los mismos 'camellos' suenan como los de las personas que tienen un cierto control sobre la distribución son los de «El Escardao», «El Melenas» y «El Manuel». En realidad hay otro, «El Celete», pero desde hace un tiempo cambió de domicilio y su implicación en la distribución es más dudosa.

En lo que respecta a su procedencia, el éxtasis se suele comprar en Palma, donde un tal Paco se encarga de ir a buscarla a Cádiz, y después deja las partidas en puntos concretos de Cala Bona y en s'Illot. En Cala Bona, un sujeto conocido como «El Negro» es quien suele recogerlas y después se encarga de parte de la distribución. Otro punto de referencia para ir a buscar la droga es Valencia, según el tipo de pedido y la marca de las pastillas.

De vez en cuando llegan a Manacor partidas más o menos importantes de éxtasis, y allí están personajes como «El Litri», «El Jhony», «El Juanillo», «Miguelillo» o «La Saray», que puede que un momento dado vendan alguna que otra dosis. También se mueven en este campo una serie de jóvenes, que en muchas ocasiones las han comprado a su vez a los citados.