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En la denuncia se señala que la menor se fue al baño de féminas en el tiempo del recreo. Cuando iba a salir se encontró con los dos chicos, que le impidieron la salida, la empujaron contra la pared y a ponerse de espaldas, momento en el que los dos adolescentes le pasaron las manos por debajo de las prendas de vestir, manoseándola por diversas parte del cuerpo. Después los dos chicos le dijeron a la víctima que guardara silencio, y que si contaba lo ocurrido le darían una paliza.

El familiar sigue con su relato, contando que cuando se inició la clase la profesora notó que la menor estaba indispuesta, muy nerviosa y pálida, por lo que se llamó a los padres. Uno de ellos fue a recogerla al centro escolar pero la chica no dijo nada de lo ocurrido. Sus padres pensaron que se trataba de una enfermedad por lo que la llevaron al médico. Estuvo unos días en casa, pero cuando le decían que tenía que regresar la chica se ponía muy nerviosa, se negaba a ir al colegio y recaía en su estado de salud.

Los padres, que desconocían lo ocurrido, llegaron a enfadarse con su hija y la obligaron a asistir a clase, pero en pocos días la menor volvía a ponerse enferma. La semana pasada, cuando los padres le dijeron que preparara los libros por el inminente reinicio de la actividad escolar, la menor volvió a ponerse muy nerviosa, se puso a llorar y acabó contando a sus padres lo ocurrido. Estos llamaron a una psicóloga, que atendió a la víctima, y los padres informaron a los responsables del centro. Los dos denunciados asisten al mismo centro escolar de la víctima pero no van al mismo curso.

Uno de ellos es amigo íntimo de la víctima desde prácticamente la más tierna infancia. Desde que ocurrieron los hechos la menor se ha negado siempre a salir de casa y está pasando un fuerte trauma, por lo ocurrido y por el hecho de que uno de los agresores fuera su 'amigo'. En los próximos días la dirección del centro decidirá qué acciones tomará contra los denunciados. La chica cambiará de centro escolar.