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Una puñalada en la zona abdominal, que le ha alcanzado el intestino, dos en la zona torácica, cerca del riñón, y otra más superficial en la espalda. Y pese a este tremendo cuadro médico María Aurelia Gil Moreno recuperó ayer la consciencia, en su cama de Son Dureta, y pudo ser visitada por su familia, que está terriblemente impactada por lo ocurrido.

Francisco Javier, su hermano, relató a Ultima Hora que Juan José S., el acusado, llevaba «tres o cuatro años» saliendo con María Aurelia y que la relación era tan seria que incluso se habían comprado un piso en Son Cladera y pensaban en una boda próxima. Ella trabaja en un conocido concesionario de coches del polígono de Son Castelló y él regenta un bar cerca de la calle Aragón. El sábado, a la hora del almuerzo, Juan José, María Aurelia y la familia de la joven comieron juntos, para celebrar el 28 cumpleaños de ella. Nada hacía presagiar lo que ocurrió horas después. De noche la pareja salió con unos amigos por distintos bares y parece ser que riñeron. Francisco Javier explicó ayer que su hermana se había llevado las pertenencias de su piso de Son Cladera, lo que ofuscó por completo a su compañero, que lo interpretó como que la relación ya estaba finiquitada.

A las ocho de la mañana, aproximadamente, se presentó en la calle Taronger número 19, donde vive la familia de María Aurelia. Los padres se habían marchado a las cinco de la mañana, porque trabajan en una panadería, y su hermano dormía en casa de su novia. Así pues, la chica dormía sola, y Juan José lo sabía. Rompió el cristal de la puerta de la finca, abrió y subió al tercer piso. La víctima dormía y no se enteró de nada. El joven, de 26 años, desencajó la puerta a patadas y consiguió entrar. Luego se abalanzó sobre ella en la cama y la apuñaló, al menos cinco veces. «Mi hermana nos ha contado que se refugió en el baño, llena de sangre, y que él no la dejaba salir.

Cuando pudo escapar él se quedó en el balcón y se autolesionó con un cuchillo», contó Francisco Javier. María Aurelia, ayer, aún seguía conmocionada: no podía creerse que el que ha sido su novio tantos años hubiese querido matarla. «Sabe que ha estado muy cerca de la muerte, que estuvo a punto de desangrarse», añadió su hermano. Su rápida recuperación ha tranquilizado a su familia, pero el trauma lo arrastrará María Aurelia toda su vida.