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El cadáver de Pedro Pascual Cañellas, el vecino de Marratxí de 43 años desaparecido desde hacía quince días, fue hallado ayer en el interior de una furgoneta que se había despeñado por un terraplén de la urbanización de Puntiró.

A las diez de la mañana, aproximadamente, se descubrió un vehículo Volkswagen de color blanco con placas de matrícula IB-2949-DL, que estaba semioculto entre unos árboles, en un desnivel de unos siete metros. En el habitáculo interior había un cuerpo en avanzado estado de descomposición, que llevaba al menos dos semanas sin vida, y que estaba en el lado del copiloto. El Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía se hizo cargo de las investigaciones y los bomberos despejaron la zona para que una grúa pudiera recuperar la furgoneta despeñada.

La zona fue acordonada y los trabajos se prolongaron hasta el mediodía, cuando por fin fue recuperado el cadáver. La luna frontal del vehículo estaba destrozada y ahora los investigadores tratan de determinar qué le pasó a Pedro Pascual para que se precipitara por esa pendiente.

Según sus familiares, cuando desapareció se encontraba bajo una fuerte depresión y estaba en tratamiento médico. A las 6.00 horas del día 10 salió de su casa del Pont d'Inca y ya no volvió a ser visto con vida. La Policía Judicial de la Jefatura de Palma no descarta que el conductor se saliera de la carretera con intenciones suicidas, pero tampoco se rechaza la posibilidad de un accidente de tráfico.