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Un preso que ingresó el sábado en la cárcel de Palma apareció ayer al mediodía muerto en su celda, según informaron fuentes del juzgado de guardia, que añadieron que todo indica a que el convicto se ahorcó con una manta.

El fallecido, de 32 años, llevaba desde los 18 entrando y saliendo de prisión y este fin de semana ingresó de nuevo por el robo de un coche, acaecido en Manacor. Su estado, en apariencia, era normal y pasó la noche sin novedad. Por la mañana se levantó a la misma hora que el resto de sus compañeros, pero al mediodía parece ser que hizo jirones con una manta y se la anudó al cuello. Luego se colgó de los barrotes y se ahorcó. Los funcionarios penitenciarios que lo descubrieron trataron sin suerte de reanimarlo y un médico certificó el fallecimiento.

El Juzgado de Instrucción número 8, que ayer se encontraba en funciones de guardia, envió a una comisión judicial a la penitenciaría de la carretera de Sóller y el Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía se hizo cargo de la investigación. A la espera de las conclusiones definitivas, la hipótesis principal es que el preso se ahorcó y que nadie más participó en el episodio. Hoy está previsto que se le efectúe la autopsia.