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Los agentes de la Benemérita tuvieron conocimiento de la celebración de la fiesta y varios agentes montaron un control a la entrada de un agroturismo de la carretera de Inca a Sineu, donde los organizadores del evento habían contratado el recinto. Según parece, habían pagado 1.200 euros, más un tanto por ciento en las consumiciones, a la propietaria, y algunos disk jockeys de Barcelona se habían desplazado ex profeso a Mallorca para participar en la fiesta. Sin embargo, los funcionarios sospechaban que debido al gran número de jóvenes que se iba a congregar en aquella finca era más que probable que circularan sustancias estupefacientes y decidieron actuar para evitarlo.

El flujo de asistentes fue continuo y los agentes apostados a la entrada de la posesión fueron interceptando a algunos de los vehículos que llegaban, cargados con participantes en la fiesta. Los jóvenes debían abonar 10 euros para acceder al recinto y se constató que venían de todos los puntos de la Isla (Andratx, Pollença, Inca, Manacor, Palma, etc...). Muchos de ellos, al detectar a los funcionarios beneméritos, se deshicieron de la sustancia que llevaban encima y aún así 18 de los jóvenes han sido denunciados ante la Delegación del Gobierno.

En el suelo aparecieron el «éxtasis», la cocaína, el hachís y la marihuana intervenidos y aunque la Guardia Civil se había entrevistado antes con la dueña del agroturismo, ésta aseguró que no tenía intención de suspenderla. La empresaria, después de una inspección en la finca, fue denunciada por carecer de autorización, no tener extintores y no asegurar a los trabajadores.