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G. PICÓ/C. MORENO
Pollença fue ayer el escenario de una tragedia. Una niña de 10 años falleció al caer de un columpio mientras jugaba con otros niños en una finca particular, ubicada en el camino que conduce a Cala Sant Vicenç, entrando por la carretera que va de Pollença al Port. La muerte de la menor causó conmoción en el municipio ya que la familia es muy conocida en la zona. El padre de la niña es socio de un bar muy popular de Pollença y la madre siempre había colaborado con las asociaciones deportivas del municipio.

De inmediato se avisó a la Policía Local de Pollença, que movilizó a varios efectivos hasta la vivienda. Los agentes solicitaron de inmediato la presencia de una ambulancia del 061, pero el personal sanitario y el facultativo de una UVI móvil no pudieron hacer nada para salvar la vida de la pequeña, que era la mayor de tres hermanos, que cuentan con seis y nueve años de edad. Acto seguido, la Policía Local de Pollença dio cuenta del suceso a la Guardia Civil, y agentes de la Policía Judicial de este cuerpo acudieron hasta la finca para averiguar lo sucedido. También se pidió ayuda psicológica ya que los padres de la menor y los amigos quedaron en estado de shock al verla ensangrentada en el suelo.

Los hechos sucedieron alrededor de las 16.30 horas de la tarde de ayer. En la finca se encontraban los propietarios, los padres de la víctima y otros amigos. Los niños estaban jugando por la finca y la menor se columpiaba en una tumbona que estaba agarrada a dos columnas. Por causas que se desconocen una de las columnas cedió y la menor cayó al suelo y se desnucó. También cayeron sobre ella trozos de la columna. La niña falleció en el acto como consecuencia de la caída y los golpes.