TW
0

Los peritos de Manacor afirmaron ayer que Vicky Keller, la mujer que fue hallada muerta en una finca próxima a Manacor en marzo de 2002, intentó defenderse de una agresión y presentaba «numerosos signos de lucha y defensa». Esta afirmación tuvo lugar durante la segunda jornada del juicio contra Bernd Ecker, a quien el fiscal le imputa el asesinato de la joven belga de 26 años. Los foresnes que realizaron la autopsia indicaron que la víctima presentaba diferentes hematomas en la mano derecha, ambos brazos, así como señales de presión en pelvis y piernas. Además, explicaron que el acusado tenía erosiones de rozamiento en las rodillas y numerosos arañazos en distintas partes del cuerpo, producidas en la fecha del asesinato.

Por otra parte, los técnicos del Instituto Nacional de Toxicología de Barcelona hallaron rastros del perfil genético de Bernd Ecker en una de las uñas de la víctima, además de restos «residuales» de una tercera persona. Todos los expertos coincidieron en señalar que el acusado no sufre ningún tipo de trastorno psicológico, y que la supuesta amnesia que ayer afirmó haber padecido tras el crimen no tiene fundamento.

Los agentes investigaron asimismo la pista de un individuo llamado Erick y que, según Ecker, había participado en el asesinato. Finalmente, comprobaron que el único individuo con este nombre que pudieron localizar a partir de la documentación de la pareja, había estado fuera de España en las fechas del crimen. En este sentido, el abogado defensor lamentó que la policía no investigara el ADN de un cabello en el lugar del crimen, para determinar si participó una tercera persona.