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Lo que debía ser una reunión de trabajo entre el sector turístico y la delegación de Turisme del Ajuntament de Manacor terminó ayer con las duras críticas de los hoteleros por las discrepancias existentes entre los cuerpos policiales de la localidad.

Después que la juez decana de Manacor ordenase que una vez cumplimentadas las diligencias de una detención por la Policía Local ésta debía entregar a los arrestados en la comisaría del CNP para ser reseñados, ambos cuerpos policiales entraron en un conflicto de competencias que no gustó a todos por igual.

Haciéndose eco de las desavenencias existentes, los hoteleros aprovecharon el segundo punto de la orden del día que debía tratar la seguridad ciudadana para exponer sus quejas y su «fuerte sentimiento de miedo» al jefe de la comisaría del CNP de Manacor, Rafael Cladera, y a la delegada de Policía de Manacor, Bel Febrer. Así, Cladera manifestó claramente su intención de «no entrar en valoraciones» mientras que Febrer manifestó su intención «de no contradecir las ordenes de la jueza».

Más tajante fue el inspector de la Policía Local, Antoni Sureda, también presente al señalar que «nos preocupa la situación porque no queremos realizar unos trabajos con unas personas detrás que los fiscalicen».