El alijo intervenido por la Benemérita está valorado en más de 135.000 euros.Fotos: ALEJANDRO SEPÚLVEDA/GUARDIA CIVIL

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Un Mercedes 200, con placas de matrícula provisionales, ocultaba en un falso fondo oculto junto al depósito de gasolina, uno de los mayores alijos de 'éxtasis' intervenido en los últimos años en el Port de Palma.

Hamid H., un ciudadano marroquí de 25 años, con domicilio en Palma y que lleva nueve años residiendo en Sóller, llegó al Port a las 7.30 horas, a bordo del buque Fortuny, de la compañía Trasmediterránea. Como es habitual en estos casos, una patrulla de la Guardia Civil, acompañada de perros adiestrados, se introdujo en la bodega y controló los vehículos estacionados, que esperaban para salir por una rampa. Junto a uno de los vehículos, en concreto el Mercedes, uno de los canes se detuvo y comenzó a olfatear nerviosamente en la parte trasera. Su excitación fue en aumento y los agentes identificaron a su propietario, que trató de despistar diciéndoles que venía de Alemania, donde había adquirido el coche. La Benemérita, sin embargo, comenzó a recelar de él y de la situación creada y los funcionarios decidieron acometer una inspección minuciosa en el interior y en los bajos del turismo. En un primer momento no apareció nada extraño, pero poco después se detectó entre el asiento trasero y el depósito de combustible un área habilitada a modo de contenedor, donde se escondía el 'éxtasis' y la cocaína. La droga estaba oculta en cuatro paquetes liados con cinta adhesiva de color marrón y todo parece indicar que fue adquirida en un reciente viaje del magrebí a Holanda.

Hamid no es, con todo, un simple «correo» y los expertos antidroga de la Comandancia lo colocan en un estadio intermedio, entre los grandes «narcos» y los pequeños vendedores. La investigación ha pasado a manos del GIFA (Grupo de Investigación Fiscal y Antidroga), que está siguiendo la pista del «cerebro» de esta trama, y que ayer por la mañana, al parecer, llegó a estar físicamente muy cerca de Hamid. De hecho, los dos hombres debían encontrarse nada más llegar a Palma, ya que el desconocido debía hacerse cargo del alijo.

El valor aproximado del 'éxtasis' asciende a 135.000 euros (unos 22.500.000 pesetas) y el del kilo de cocaína es también muy elevado, ya que se podría haber adulterado hasta conseguir miles de papelinas.