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La Fiscalía de Palma solicita una condena de dos años de prisión para Antonio F.A., un joyero que está acusado de comprar piezas procedentes de robo. Se da la circunstancia de que este individuo ya ha sido condenado por un delito de receptación. El acusado iba a ser juzgado ayer, junto a otra persona. Sin embargo, el juicio se aplazó porque la juez aceptó la propuesta del letrado defensor Laureano Arquero, que pidió la nulidad de las intervenciones telefónicas del número del acusado por falta de control judicial. La juez del Juzgado de lo Penal número 5 de Palma declaró nulas la mitad de dichas intervenciones.

Antonio F.A. es propietario de un negocio que se dedica a la compra y venta de joyas, así como otras antigüedades, que está abierto al público en la calle Jaume III, en Palma. La acusación intenta demostrar que el empresario, durante todo el año 2000 y en los primeros días del año siguiente, utilizó el negocio para comprar joyas que procedían de robos. Así, el fiscal afirma que para dificultar el descubrimiento de los delitos, el individuo entregaba parte de las joyas al otro detenido. La Guardia Civil tenía sospechas de que este joyero adquiría piezas robadas y pidió autorización judicial para «pincharle» la línea telefónica. Cuando los agentes consideraron que tenían las pruebas suficientes para intervenir, llevaron a cabo varios registros, tanto en el comercio como en el domicilio del joyero. Los agentes le intervinieron a este acusado ocho piezas, de gran valor, que después se descubrió que procedían de varios robos cometidos en diversas localidades de Mallorca. También se intervinieron otras piezas, presuntamente sustraídas, en otro comercio de Palma.

Además de la pena de dos años de prisión, la Fiscalía también reclama que la juez condene al joyero a cinco años de inhabilitación, de tal forma que no pueda ejercer la profesión de comerciante.