Los bomberos tuvieron que arrojar ingentes cantidades de agua para sofocar el fuego de los neumáticos. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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Los vecinos de la barriada palmesana de Son Cladera se sobresaltaron en la tarde de ayer después de que una gran columna de humo negro se alzara sobre una chatarrería próxima a Son Mayol.

Eran aproximadamente las 15.55 horas cuando los bomberos de Palma y la Policía Local recibieron varias llamadas telefónicas, pocas al principio y luego en cadena, de residentes en aquella barriada que veían desde sus casas una gran humareda. Desde el parque central de Son Castelló el humo también era visible y algunas unidades acudieron sin demora a interesarse por lo ocurrido. Al llegar a la chatarrería Hernández los bomberos comprobaron que una parte del recinto se encontraba envuelto en llamas, en concreto unos 100 metros cuadrados donde se amontonaban coches prensados y neumáticos. La goma provocó una densa humareda, tan negra como tóxica, y los diez bomberos que empezaron a combatir las llamas tuvieron que equiparse con máscaras y botellas de oxígeno a fin de no inhalarlo. En las labores de extinción participaron también un vehículo autobomba, uno nodriza, dos camiones cubas de Emaya y varias dotaciones de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía.

Los agentes se entrevistaron con los responsables de aquellas instalaciones, que explicaron que el incendio había empezado cuando la máquina prensadora, que era nueva, cogió uno de los coches para chatarra y lo comprimió. Durante el proceso se produjo una pequeña deflagración porque había quedado gasolina en el depósito del coche y las llamas se extendieron con rapidez, alcanzado a la máquina, a pilas de ruedas y a restos de desguace.