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Un vecino de Can Picafort de 56 años, Bartolomé Dalmau Rosselló, permanece hospitalizado en Manacor en estado grave después de que un marroquí le atacara brutalmente con una piedra para robarle el coche y la cartera. El delincuente, durante la persecución policial, se estrelló contra un coche de la Guardia Civil y pudo ser detenido.

La víctima se encontraba en la tarde del jueves en las inmediaciones de su finca de Son Llebre, en las afueras de Santa Margalida, y un sujeto al que no conocía de nada se acercó hasta él y le preguntó qué estaba haciendo. Antes de que Bartolomé pudiera contestar, le comenzó a agredir en el rostro y la cabeza con una piedra de dimensiones considerables, hasta que lo dejó semiinconsciente en el suelo. Entonces, le arrebató la cartera y se subió a su coche, un Nissan Micra de color blanco con placas de matrícula IB-8550-BY.

La víctima fue descubierta por unos vecinos en estado lamentable, sangrando de forma abundante y completamente aturdida por los golpes. Bartolomé fue evacuado hasta el Hospital de Manacor en estado grave y los médicos que le atendieron le diagnosticaron fractura de tabique nasal y traumatismo craneal severo, con pérdida abundante de sangre. La primera medida fue cortar la hemorragia y después quedó ingresado, ya que debían efectuarle pruebas para conocer si también presentaba lesiones internas.

Mientras tanto, la Guardia Civil puso en marcha un amplio dispositivo de búsqueda del fugitivo y a las 0.30 horas una patrulla de Pollença detectó el Nissan Micra en la calle Orellana de Can Picafort, circulando a una velocidad temeraria. Durante varios minutos se saltó semáforos en rojo, no respetó las señales de tráfico y puso en peligro la vida de muchos viandantes, que asistieron atónicos a la gran persecución por aquellas calles. Cuando por fin el conductor fue acorralado y recibió el alto, su reacción consistió en acelerar alocadamente e intentar atropellar a un agente benemérito, que consiguió apartarse a tiempo. Karim T., el delincuente de 29 años, no pudo sin embargo esquivar el coche policial, y se estrelló contra él. Tanto el automóvil robado como la dotación patrulla sufrieron daños materiales, y los agentes aprovecharon esa confusión para reducir al magrebí, que se encuentra en España en situación ilegal.