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Los «butroneros» kosovares que se habían convertido en una pesadilla para la Guardia Civil y la policía, y que fueron detenidos hace dos días, alquilaron tres pisos francos en Palma con la intención de pasar desapercibidos y despistar a los investigadores.

Desde la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) se informó ayer de que en el mes de febrero la banda reapareció en Mallorca -tras haber sido desmantelada en sucesivas ocasiones- y se estrenó con el asalto a un supermercado de Felanitx. A raíz de aquellos acontecimientos pudo ser identificado Piskala R., de 24 años. Al mes siguiente fueron arrestados Miroslav K., Jaromir J., Gergios P. y Alberto M., así como dos mujeres checas: Mijolia K. y Olela C., que eran las compañeras de dos de los arrestados y además les facilitaban cobertura.

Aún así, los robos continuaban y se detectó la presencia de otros dos grupos que seguían activos. Los agentes colaboraron con la UDYCO (Unidad contra la Delincuencia y el Crimen Organizado) de la policía y también con la Guardia Civil de Alicante y entre los días 19 y 24, tal y como adelantó ayer Ultima Hora, consiguió decapitar la organización. Astrit D., de 27 años, Bekim B., de 31, Armend D., de 21, Driton B., de 24, y el conocido Piskala, que posee documentación alemana, fueron cayendo uno a uno. También se descubrió que la red poseía tres pisos en Palma, en régimen de alquiler. De esta manera evitaban los controles de hoteles y hostales, y pretendían fingir una vida normal. Otros cuatro integrantes de la banda han salido de la Isla, pero su detención puede estar próxima. La Policía Judicial, en uno de sus servicios más brillantes de los últimos meses, ha conseguido relacionar a los kosovares con 38 «butrones» en naves industriales y negocios, y ha recuperado 50.000 euros.