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Las instalaciones del juzgado de guardia de Palma quedaron ayer cerradas ante el inicio de las obras de remodelación ante la puesta en marcha en abril de la ley de los juicios rápidos. El juzgado realizará los trabajos propios de una jornada de guardia en sus oficinas habituales, en vez de hacerlo en el sótano del edificio. Palma cuenta con diez juzgados de instrucción. Los jueces analizaron cómo debía aplicarse esta ley en Palma y consideraron que en estos momentos el proyecto es casi inviable. La ley pretende que los delitos menores se instruyan con rapidez y que en un plazo máximo de dos días el juez celebre el juicio y el condenado cumpla inmediatamente la pena que se le imponga. De esta forma se evita que los delincuentes reincidentes salgan en libertad tras prestar declaración ante el juez.

Si esta ley se aplica en Palma, será necesario que haya dos juzgados de guardia cada día. Ello puede afectar a la tramitación de las otras causas que se instruyan. Por ello, los jueces comunicaron al CGPJ que es necesario, como mínimo, crear seis nuevos juzgados de instrucción en Palma. Aunque de momento no hay respuesta a este problema las obras de remodelación comenzaron ayer en el sótano del edificio judicial. Se construirán oficinas para los funcionarios, tanto del juzgado como de la Fiscalía, así como una sala de vistas, una celda de reconocimiento de detenidos y seis nuevos calabozos, además de las dependencias de descanso. Está previsto que, como mínimo, estas obras se prolonguen durante dos meses.