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EUROPA PRESS-MALAGA
Una mujer de 57 años falleció ayer en Málaga tras provocar una explosión de gas en su vivienda para evitar ser desalojada por el impago del alquiler, abriendo las espitas del gas y encendiendo una llama cuando los bomberos intentaban entrar en su casa junto al agente judicial que portaba la orden de desahucio. La fallecida, Ana Moreira, que vivía acompañada tan sólo por algunos gatos, llevaba años sin abonar el precio del alquiler al carecer de recursos para ello, si bien nunca había acudido a pedir ayuda a los servicios sociales del Ayuntamiento malagueño, según confirmó la concejala de Bienestar Social del municipio, María Victoria Romero.

La explosión se produjo sobre las 10.13 minutos de la mañana en el número 22 de la calle Andalucía de Málaga, y mientras los escombros del balcón caían sobre un transeúnte aplastándolo, la deflagración afectaba a cuatro bomberos y a un policía local, y la onda expansiva provocaba fracturas y contusiones a un vecino que se encontraba en la zona, y heridas leves a otra persona.

El bloque de viviendas donde residía la fallecida resultó gravemente afectado por la explosión en escaleras y fachada, si bien no se registraron daños en la estructura. Las paredes y el balcón del domicilio de Ana Moreira se desplomaron, mientras que la deflagración provocó la rotura de numerosos cristales de los edificios circundantes.

En total resultaron afectados cinco bloques, situados en los números 22, 24, 26, 29 y 30 de la mencionada calle, por lo que los bomberos decidieron desalojar a cuarenta familias de forma provisional a la espera de que los técnicos de Urbanismo comprobaran que los inmuebles eran seguros. Los servicios sociales del Ayuntamiento ofrecieron a mediodía de ayer el almuerzo a las familias desalojadas, entregando cerca de ochenta vales de comida y gestionaron el alojamiento en hoteles de la media docena de personas que no podrá regresar esta noche a su vivienda.