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El juez Javier Mulet ha condenado a 16 años de prisión a José María Cervelló, el único de los tres acusados que fue declarado culpable del robo y del homicidio del empresario mallorquín Pedro Estarellas, ocurrido en octubre del año 2000. El juez, tal como declaró el jurado, absuelve a los otros dos acusados. El magistrado, por el homicidio, impone la pena de doce años y seis meses de prisión. Por el otro delito tres años y seis meses. El jurado reconoció tres atenuantes, la de drogadicción, angustia y colaboración con la justicia. La sentencia será recurrida, como mínimo, por el abogado defensor del homicida, Eduardo Valdivia, que afirmó que el juez ha aplicado la agravante de abuso de superioridad «que no fue valorada por el jurado, ni planteada por ninguna de las dos acusaciones». El letrado ya ha anunciado que recurrirá la sentencia porque entiende que el juez se ha excedido en su labor.

El acusado, José María Cervelló, que sufría una mala situación familiar y económica, decidió robar al empresario Estarellas, dueño de una empresa de rent a car. El día 19 de octubre entró en el edificio, situado en la calle Ruiz de Alda, y aguardó la llegada del empresario escondido en el cuarto de contadores. Cuando Pedro Estarellas, de más de 80 años de edad, abrió la puerta de su casa, el acusado fue detrás de él, impidió que cerrara, y al mismo tiempo le dio un golpe en la cara. La víctima murió al sufrir la rotura de una cervical. El acusado no sabía que el hombre había muerto. Le arrastró hasta la habitación más lejana de la habitación, donde le amordazó con una camisa y le ató con un cinturón.