La confluencia de las calles Berlín con Dido se llenó ayer al mediodía de ayer de policías.

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Un conductor que no tenía carnet de conducir ni papeles del coche, y que ayer al mediodía fue interceptado por una patrulla de la Policía Local de Llucmajor, atropelló a uno de los agentes para poder huir y luego se refugió en un hotel abandonado de s'Arenal, donde un grupo de gitanos de enfrentó con los 25 policías que acudieron en apoyo de la patrulla.

Eran, aproximadamente, las 12.30 horas cuando dos policías repararon en un Opel Corsa de color blanco que realizaba la maniobra de marcha atrás por la calle Trencadors. El vehículo circuló de esa manera unos 150 metros, a gran velocidad, y los funcionarios se apresuraron a intervenir. El conductor era un conocido «trilero» que había protagonizado altercados anteriores y tras comprobar que carecía del carnet de conducir o de la documentación del coche los agentes le comunicaron que deberían precintar el automóvil.

El muchacho, que se había apeado, regresó de improviso al volante y arrancó violentamente, sin contemplaciones. En su huida arrolló a uno de los municipales, que rebotó en el capot y cayó al suelo, aunque afortunadamente no resultó herido grave. La patrulla solicitó ayuda por la emisora y persiguió al fugitivo por la carretera Militar, San Cristófol y otras vías. Durante la huida el «trilero» se saltó semáforos en rojo, estuvo a punto de atropellar a varios viandantes y circuló a una velocidad alocada.

Al final, llegó al Hotel Isel de la calle Berlín, en la actualidad abandonado, y se bajó del coche apresuradamente, para entrar en aquel edificio. En los minutos siguientes se concentraron en aquel escenario hasta 25 agentes, entre efectivos de la Policía Local de Llucmajor, de Palma, y del Cuerpo Nacional de Policía, que acudieron en auxilio de los compañeros en apuros. Se da la circunstancia que el hotel donde se refugió el delincuente está ocupado por familias de gitanos, que reaccionaron con furia al detectar la presencia policial y trataron de proteger al fugitivo, que se perdió entre aquellas habitaciones.