Los dos alemanes continúan ingresados en la prisión de Palma.

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La Audiencia de Palma ha decretado, a través de un auto, el archivo del caso por el asesinato de una ciudadana alemana, llamada Ilse Irene Michaelis, fallecida en noviembre de 1996, crimen por el que fueron extraditados a España dos compatriotas suyos, Peter D., de 53 años, y Matthias S., de 29. A estos dos individuos se les extraditó a España el año pasado tras ser detenidos en el mes de octubre del año 2000 en Austria.

A los dos germanos no sólo se les implicaba en el crimen de la mujer, sino también en un segundo asesinato, el del conserje de noche del hotel Marbel de Can Pastilla, llamado José Bernat Tomás, que murió en diciembre de 1998 al recibir varios golpes en la cabeza. Aunque en el primero de los casos se entiende que no hay pruebas que confirmen la participación de los dos alemanes en el crimen de la mujer, en cambio en el segundo caso sí hay muchos indicios que apuntan hacia su actuación en este asesinato. Ambos individuos estaban hospedados en el hotel en el momento de producirse los hechos y huyeron precipitadamente. Por ello, Peter y Matthias, que son pareja, siguen ingresados en la prisión de Palma a la espera de que se celebre el juicio ante un jurado popular. El juzgado que tramita el caso, el de Instrucción número 2 de Palma, ha ido tomando declaración a los testigos antes de que ambos sean presentados ante el jurado. Ambos dicen que fueron los primeros en encontrar el cuerpo de la víctima, pero que no le mataron.

Ilse Irene Michaelis apareció muerta en su domicilio de la calle Marbella, en s'Arenal, el día 6 de noviembre de 1996. Fue ahogada en una bañera. Tenía las manos atadas con un sujetador y apareció con un pantalón anudado al cuello. En su cabeza se pudo localizar las marcas de los cuatro dedos que la presionaron contra el fondo de la bañera. Del domicilio se forzó la caja fuerte y se robó dinero y joyas.

La juez del Juzgado de Instrucción número 10 de Palma, que investigó este caso, ya decretó el archivo del tema a petición del abogado defensor Juan José Cano de Alarcón, al entender que no había pruebas para implicar a los dos alemanes en este asesinato. El único indicio que había era que la víctima y los dos extraditados se conocían y habían residido en el mismo edificio. Esta decisión de la magistrada fue recurrida por la Fiscalía ante la Audiencia. Sin embargo, el tribunal ha coincidido con la juez y ha dictado un auto en el que ratifica el archivo provisional del caso, mientras no se encuentren más pruebas contra los detenidos.

Se da la circunstancia que Peter D. como Matthias S. fueron extraditados a España por su implicación en el crimen de la mujer, aunque pesaba una segunda orden contra ellos. Después se solucionó el error burocrático, ya que de lo contrario ambos estarían ahora en libertad.