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Cuatro años de prisión es la pena que ha impuesto el juez Diego Gómez Reino al libanés que el pasado mes de abril dio un «tirón» a una mujer de 72 años, que perdió el equilibrio y murió al golpearse la cabeza contra el suelo. El juez entiende que David Abot, defendido por el abogado Gaspar Oliver, pese a que no ha sido reconocido plenamente por ninguno de los testigos, es autor de los delitos de robo y homicidio por imprudencia. Impone dos años de prisión por cada uno de estos delitos y ordena que indemnice a la familia con 40 mil euros. La Fiscalía solicitaba una condena de nueve años de prisión para él.

El suceso ocurrió a las 7.30 horas del pasado día 24 de abril. David Abot se acercó a María Frau Frau y la abordó en la calle Francisco Manuel de los Herreros. Tras propinarle un fuerte tirón en el bolso, que llevaba la mujer colgado en uno de sus brazos y mantener un breve forcejeo con ella, la víctima perdió el equilibrio y cayó al suelo. Se golpeó la cabeza contra el asfalto. Murió a la una de la tarde por una fractura craneal. El autor del tirón salió corriendo. Entró en un bar, pero salió al instante tapándose el rostro. También se cruzó con un joven, que fue el único que se atrevió a ir detrás de él. Sin embargo, el delincuente logró darse a la fuga.

Este joven, que era el principal testigo, no estuvo del todo seguro de que David Abot fuera el autor de estos hechos. Sin embargo, el juez analiza su declaración y entiende que es normal que en el momento de producirse los hechos se fijara en que el delincuente tuviera el rostro algo desencajado por su intento de huir, y que al identificarle en el momento del juicio comprobara que tenía la cara más relajada. El magistrado entiende que esto es lógica, pero suma esta prueba a que la mayoría de personas que fueron testigos del suceso coincidieron en indicar que el delincuente era una persona de alta estatura (el acusado mide 1.90 de altura) y que vestía una chaqueta de tres cuartos. Al acusado le intervinieron una chaqueta de similares características.