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Las dos personas detenidas ayer en Richmond (Virginia) «son interrogadas en relación con el caso del francotirador», pero no han sido acusadas formalmente de nada, según un portavoz de la policía del condado de Hanover, Stuart Cook. Las detenciones se produjeron por la mañana en una gasolinera de Richmond, 150 kilómetros al sur de Washington, dentro de la investigación para tratar de localizar al asesino en serie que ha matado a nueve personas desde el pasado 2 de octubre. «Seguimos investigando este caso. (Los detenidos) están siendo interrogados en relación con el francotirador, pero no han sido acusados formalmente», manifestó Cook en una conferencia de prensa.

El jefe de la policía de Hanover no dio más detalles sobre los detenidos, uno de los cuales, según la CNN, es un mexicano de 24 años de edad. «Cuando tengamos información adicional que podamos facilitar al público y a ustedes, que asegure que hemos llegado a una conclusión, lo haremos, pero éste no es el caso en este momento», dijo Cook. Según fuentes policiales los detenidos están en la prisión del condado de Henrico, donde están facilitando «información prometedora» sobre el asesino en serie que aterroriza a Washington desde hace veinte días.

El portavoz policial no hizo tampoco comentarios sobre la inspección de la furgoneta que fue confiscada en la gasolinera. En ese vehículo, una furgoneta blanca modelo Plymouth Voyager con matrícula temporal de Virginia, se produjo una de las detenciones, cuando el conductor se disponía a hablar desde un teléfono público sin bajarse del vehículo. El modelo coincide con los vehículos que varios testigos vieron huir de diversos lugares en los que ha actuado el asesino.