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Un preso considerado peligroso y clasificado en primer grado se fugó ayer con la ayuda de una docena de personas, que se abalanzaron y redujeron a los dos agentes de la Guardia Civil que lo custodiaban, en la puerta de un juzgado de Martorell, donde habían trasladado al recluso para unas diligencias. El fugado es Francisco Prieto Heredia, de 22 años, clasificado en primer grado (los presos más peligrosos) e ingresado en la prisión de Can Brians, donde cumplía condena por diversos robos y un homicidio.

Ayer por la mañana, agentes de la Guardia Civil lo trasladaron a un juzgado de Martorell, donde debía participar en unas diligencias de trámite y ser reconocido por un médico forense. Los agentes habían aparcado el furgón a unos 200 metros de la entrada del juzgado, que carece de aparcamiento, y el recluso, que iba esposado, llevaba un guardia civil a cada lado. Como debían esperar unos 20 minutos entre las diligencias y el reconocimiento forense, optaron, por seguridad, por volverlo a llevar al furgón.