Sin confirmación oficial. Dos semanas después de que la familia de
Stefanie Rüggeberg fuera sometida a las pruebas del ADN la Guardia
Civil seguía ayer sin recibir los resultados que podrían confirmar
si el cadáver de Llucmajor era el de la menor. El portavoz de la
Comandancia informó ayer de que era imposible todavía identificar
el cuerpo sin vida «porque las pruebas no han concluido y no puede
saberlo nadie, ni siquiera quién realiza los exámenes.
Los resultados pueden llegar en las próximas horas, quizás el
miércoles, pero en estos momentos sería una imprudencia avanzar
nada porque no se sabe realmente de quién es el cuerpo». Aún así,
este diario supo el lunes -tal y como informamos en la edición de
ayerque en las pruebas efectuadas hasta la fecha hay muchísimos
elementos coincidentes para pensar que la fallecida es Stefie,
aunque todavía -a nivel oficial- se mantienen esperanzas de que no
sea el de la adolescente.
Ayer por la mañana Silvia Rüggeberg, la madre, no quiso hacer
ningún tipo de declaración y se limitó a insistir en lo que ya
había mantenido el día antes en conversación telefónica con este
diario: «Mi hija está muerta». De hecho, el lunes los responsables
de la investigación policial se reunieron con ella y le comunicaron
que, en efecto, había bastantes posibilidades de que los restos
encontrados fueron los de su hija, si bien le advirtieron que
todavía era pronto para aseverarlo.
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