Los hechos ocurrieron en esta finca de Son Blai, en las afueras del pueblo. Foto: JOANA PÉREZ

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Sebastià Serra Caimari residía en Muro y cuidaba de nueve cabras en su finca de Son Blai, en las afueras del pueblo. El ejemplar que ayer le causó la muerte a golpes lo había criado desde pequeño y nunca había sido agresivo con él.

Sin embargo, a eso de las 13.30 horas, Sebastià perdió de vista al carnero, que por sorpresa se dirigió contra él y lo tiró al suelo. El payés, de avanzada edad, no pudo ofrecer resistencia y fue golpeado repetidamente por el animal. La persona que descubrió al jubilado tendido en el suelo, aparentemente sin vida, dio aviso de inmediato al centro de emergencias del 112, que a su vez contactó con la Guardia Civil para que confirmara la veracidad de los hechos.

Desde el 112 ayer se informó de que la muerte de Sebastià Serra se había debido a causas naturales, más concretamente a un infarto. Sin embargo, los agentes de la Benemérita que examinaron el cadáver descubrieron que presentaba contusiones en distintas partes del cuerpo, que difícilmente se podría haber ocasionado al desplomarse tras sentirse indispuesto. Así pues, la investigación pasó a la Policía Judicial, que determinó que el payés había muerto tras ser atacado por el carnero de su propiedad.

Durante toda la tarde de ayer la noticia del dramático fallecimiento de Sebastià «de Can Pixeres», tal y como era conocido en la zona, fue ampliamente comentada en Muro y también en sa Pobla, donde el infortunado tenía muchas amistades. Un vecino de la víctima explicó que «su mujer está muy enferma y él la cuidaba, pero mira por donde que ha sido él el que se ha ido primero».