José María F., en el momento de entrar a declarar en los juzgados de Manacor. Foto: MARGALIDA FUSTER

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José María F.C., uno de los dos detenidos por el homicidio del pintor de Cala Rajada, ingresó ayer tarde en la cárcel de Palma después de declarar ante la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Manacor. Antonio P.G., el otro sospechoso, ha quedado en libertad ya que la magistrada considera que quién propinó los golpes mortales a Manuel Moldes fue el primero.

El hombre de etnia gitana, de 38 años, y el ex empleado del fallecido, de 49, pasaron la noche del martes del miércoles en los calabozos de la Comandancia de Palma, en la calle Manuel Azaña, y ayer por la mañana fueron trasladados en una dotación policial hasta los juzgados de Manacor. Antes, durante el interrogatorio, parece ser que José María se había negado a declarar y el otro implicado se había limitado a proclamar su inocencia. Una vez en las dependencias judiciales la jueza ordenó una rueda de reconocimiento y los testigos que el sábado se encontraban en el pub Yellow, en Cala Rajada, identificaron sin género de dudas a los dos sospechosos como las personas que entraron con Manuel Moles a las siete de la mañana.

El punto determinante, sin embargo, fue cuando los testimonios apuntaron a José María, apodado «El Perejil», como la persona que golpeó con furia al pintor, hasta causarle la muerte. Esa circunstancia, y otros detalles que los investigadores pusieron en conocimiento de la juez, propiciaron que finalmente se emitiera una orden de ingreso en prisión incondicional para el hombre de etnia gitana, al que le constan antecedentes por violencia doméstica y atentado contra agentes de la autoridad. Su abogado parece ser que ha sostenido en todo momento que su intención no era acabar con la vida del pintor, que recibió un «mal golpe» en la cabeza que días después le supuso la muerte.

Antonio, el segundo detenido, también declaró ante la autoridad judicial y si bien reconoció que había estado con el pintor en el pub Yelow negó que fuera él quién le golpeó. Los testigos corroboraron esta versión y el ex empleado de Manuel Moles quedó en libertad. El origen de la pelea parece ser que fue una discusión por algún motivo trivial.