Una banda de delincuentes sustrajo en la madrugada del martes todo
el contenido de la caja fuerte de la empresa Pescados Oliver,
ubicada en la carretera de Pollença, a la entrada del pueblo, según
confirmó ayer a este periódico uno de los responsables.
Los ladrones accedieron al interior de la nave a través de una
ventana y luego se dirigieron hasta las oficinas, donde se
comenzaron a reventar la caja fuerte con herramientas adecuadas. En
el interior, además de una importante cantidad de dinero que no ha
sido especificada, había documentación de la empresa y bancaria,
que también fue sustraída. El 'golpe' se descubrió a las seis de la
mañana del día siguiente, cuando los primeros trabajadores se
personaron en el negocio para empezar su jornada laboral. Los
afectados dieron aviso a la Guardia Civil y los efectivos de la
Policía Judicial realizaron una minuciosa inspección ocular de la
nave en busca de pruebas o indicios que pudieran arrojar luz sobre
la autoría de los hechos.
De acuerdo con los datos recogidos por este periódico, los
asaltantes «sabían muy bien lo que hacían», y en primer lugar
desconectaron el sistema de alarma para poder «trabajar» con
tranquilidad. El hecho de que la nave no se encuentre en medio del
pueblo o de un polígono industrial impidió que alguien escuchara
los golpes y avisara a la policía. La investigación benemérita está
bien encaminada y se centra en personas que podían tener cierta
información sobre la nave de Pescados Oliver.
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