Javier Jiménez15/12/01 0:00
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Las relaciones familiares eran tensas y difíciles desde hace años, pero no fue hasta el pasado miércoles cuando un familiar se armó de valor y decidió interponer una denuncia ante la Policía Local de Manacor. A partir de ahí los acontecimientos se han precipitado. Este allegado aseguró que el cabeza de familia, de unos 60 años de edad, estaba viviendo un verdadero 'infierno' por culpa de su hija, de 20, que lo agredía con demasiada frecuencia y además le robaba continuamente dinero, lo que le había ocasionado un grave deterioro anímico.

El testigo afirmó que en el último enfrentamiento que había presenciado la joven le había espetado al progenitor: «Voy a tirar tu coche por un barranco para que lo tengas que pagar», y añadió que este tipo de amenazas eran habituales en aquella familia. Los funcionarios policiales se entrevistaron con el varón, que tiene un trabajo estable y bien remunerado, y el hombre reconoció que su hija le robaba dinero cuando podía y que le había llegado a agredir por motivos triviales, aunque nunca había interpuesto denuncia porque al fin y al cabo era su hija.

Por lo que los agentes averiguaron, el carácter de la imputada es extremadamente difícil, y además tiene una corpulencia considerable, por lo que el progenitor no se podía encarar con ella ni intentar reducirla. La muchacha, cuya identidad no ha trascendido, fue trasladada hasta el juzgado de guardia de Manacor y su titular, tras estudiar el caso, emitió una orden por la que se le prohibe acercarse a la casa familiar y, sobre todo, a su padre. Se trata de un veredicto significativo, ya que la acusado residía en el domicilio paterno y a partir de ahora tendrá que buscarse otro hogar.

Según ha descubierto la policía, hace un tiempo un camionero de sa Pobla contactó con dos féminas en un bar y los tres quedaron en trasladarse a un bosque cercano. Allí el hombre se llevó una sorpresa porque fue asaltado por las dos chicas, que le robaron una determinada cantidad de dinero. La víctima no interpuso denuncia porque temía la reacción de su esposa al saber que había acordado desplazarse a aquel paraje en compañía femenina, pero los agentes creen que una de las dos sospechosas es la misma joven que maltrata a su padre en Manacor.