Los responsables ganaderos y los agricultores visitaron ayer las tierras. Foto: T.AYUGA.

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La plaga de mosquitos originada por el agua de lluvia que se ha estancado en los campos de s'Aranjassa se ha extendido a es Pil·larí, Sant Jordi, Casablanca y Son Ferriol, según confirmó Andreu Garau, presidente de la Associació d'Agricultors i Ramaders de sa Part Forana de Palma. Este organismo organizó ayer una visita a las zonas inundadas para conocer, in situ, la realidad de la situación que ya fue denunciada el martes por Ultima Hora.

Una de las primeras paradas fue una granja de Casablanca, donde un potrillo de cuatro meses ha sido una de las primeras víctimas de esta invasión de insectos. Mateu Seguí, su propietario, explicó que el equino ya ha perdido diez kilos desde el viernes y que pegado a él, día y noche, hay siempre «una nube de mosquitos que le pica por todo el cuerpo». 'Erika Bona', la madre del caballo, también tiene la piel cubierta de erupciones por el ataque de los mosquitos. Vacas, ovejas e incluso los perros de las posesiones del Pla de Sant Jordi están viviendo igualmente un auténtico calvario.

Pero un aspecto que preocupa especialmente a vecinos y productores de la zona, al margen de las pérdidas millonarias en la agricultura y ganadería, es la sombra que planea en forma de enfermedad o epidemia. Tania, una residente de Son Sunyer, en es Pil·larí, relató ayer que «lo que está pasando no es normal, cada día gasto dos botes de insecticida, y todavía está la casa llena de mosquitos. Tengo cinco perros y hoy he hablado con el veterinario porque estoy muy preocupada». La mujer, nacida en Alemania y que lleva treinta años en la Isla, calificó la plaga de 'monstruosa': «Aunque las puertas y las ventanas estén cerradas a cal y canto, de noche oyes ese zumbido que te indica que son cientos lo que esperan a entrar, y la verdad es que es algo muy molesto y desagradable».

Pep Mellado, presidente de la Associació Es Pla de s'Aranjassa, advirtió que los vecinos del Pla de Sant Jordi están viviendo una situación límite y que, además, se sienten desamparados por parte de las autoridades: «Si no hay una intervención urgente de las instituciones se puede declarar una epidemia, porque las aguas están en descomposición y los mosquitos aumentan de número cada día que pasa», apuntó. Por último, los agricultores y responsables ganaderos no quisieron hacer una estimación de los daños económicos, pero adelantaron que «son, sin duda, millonarios».

Una familia acude al hospital
Una familia del Pla de Sant Jordi acudió ayer a un centro hospitalario de Palma porque algunos de sus miembros habían sido 'acribillados' a picadas por los mosquitos. Fuentes médicas explicaron que residir junto a aguas empantanadas en descomposición es muy grave desde el punto de vista higiénico-sanitario, sobre todo si la zona padece una plaga de mosquitos como no se recordaba en mucho tiempo. Otros vecinos, con hijos pequeños o personas mayores, han optado por marcharse hasta que la situación se normalice. «Los mosquitos trasmiten muchísimas enfermedades y si los hay a miles es evidente que hay riesgo, tanto para los animales como para los seres humanos», declaró ayer un veterinario consultado.