El ejemplar de 'Erytrocebus patas' era una de las atracciones del Safari de sa Coma. Foto: ARCHIVO

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La Guardia Civil y la Policía Local, ayudados por el cuidador del Safari de sa Coma, buscan a un mono adulto que se fugó de aquellas instalaciones hace una semana y que ya ha provocado sobresaltos a algunos vecinos de la zona, que lo han visto merodeando por su casa. Sin embargo, el animal es del todo inofensivo y se teme que un perro o algún cazador puedan herirlo. El ejemplar de Erytrocebus patas lleva seis o siete años en el «Baby zoo» del Safari de sa Coma, mide casi un metro (cuanto está erguido), es flaco y tiene un color rojizo.

Es un macho y no tiene pareja. Hace una semana, aproximadamente, el mono se escapó de su jaula aprovechando que no estaba colocado el cierre y desde entonces ha sido visto en numerosas ocasiones, tanto por vecinos de la zona del Torrent de n'Amer como por el cuidador del animal, que le sigue la pista sin descanso pero que todavía no ha podido darle caza. Desde entonces efectivos de varias policías locales y miembros del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil han dado batidas por las inmediaciones del safari, ya que el animal, desde su fuga, ha regresado en varias ocasiones al recinto, en busca de comida.

Se trata de un animal sumamente inteligente, que cuando cae la noche se ocultaba en la copa de algún árbol y espera a que amanezca. Recientemente una vecina de sa Coma lo descubrió en su terraza, comiendo fruta. Acto seguido, el ejemplar desapareció. Un portavoz policial también confirmó ayer a este periódico que se está llevando a cabo una búsqueda para dar con el mono «aunque es importante dejar claro que es del todo inofensivo».

La misma fuente añadió que ya han recibido «una decena de llamadas telefónicas» de testigos que afirman haberlo visto entre el safari y el Torrent de n'Amer: «El problema es que cuando llegamos al lugar señalado ya no hay ni indicios del animal», concluyó. De momento los encargados de la batida han descartado anestesiarlo con dardos, ya que se requiere acercarse mucho a él, e intentan darle caza con una jaula dotada de una 'puerta-guillotina'. De esa manera, si el ejemplar de Erytrocebus patas se introdujera en la caja quedaría atrapado al instante y podrían devolverlo al safari.