Los componentes de la junta de la Asociación de Hoteleros se reunieron ayer. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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Los hoteleros de la Platja de Palma 'están que arden' y así lo expresaron ayer en la reunión de la junta del colectivo que se inició a las cinco de la tarde en la sede de la asociación. El único punto del día era el de la inseguridad, acrecentada este verano por la masiva presencia de prostitutas en sus calles, a lo que hay que añadir a los ya 'típicos' grupos de 'trileros', 'carteristas', 'descuideros' y delincuentes en general de distintos tipos y nacionalidades. Los integrantes de la junta dieron plenos poderes a su presidente, Jordi Cabrer, 'para que tome las medidas que crea oportunas, convoque movilizaciones y otros actos de protesta contra las autoridades que no han cumplido su palabra'. A modo de resumen, la Asociación de Hoteleros y la Plataforma Antidelincuencia amenaza como primera medida con una manifestación 'donde haga falta', si en el plazo de una semana no se ha retirado a las centenares de prostitutas 'que invaden las calles de la primera y segunda línea, con toda la problemática de delincuencia que ello conlleva'.

Los componentes de la junta relataron por separado casos de clientes que les han anunciado el por qué no regresarán más a la Platja de Palma, resumiéndose en general los motivos por 'el caos a causa de la inseguridad'. Antes de iniciarse la reunión el presidente de la Asociación de Hoteleros, Jordi Cabrer y la portavoz de la Plataforma Antidelincuencia, Ana Rodríguez, redactaron un manifiesto en el que exponen que 'ante la espiral de degradación y criminalidad que padece Palma como destino turístico, las entidades y personas abajo firmantes deseamos informar a la opinión pública de la tensa alarma social que padecemos y de las graves consecuencias que esta situación puede acarrear para el futuro de la capital y de la Isla en su conjunto'. El manifiesto continúa denunciando 'la falta de una respuesta decidida y eficaz de las autoridades ante la proliferación de clanes de proxenetas que impulsan la prostitución callejera, el asedio a los ciudadanos y el robo a residentes y turistas'.

Como segundo punto se alude al hecho de que este estado de cosas empeore día tras día 'sin que las fuerzas de seguridad den muestras de verse capaces de atajar el problema, ni las instituciones implicadas de unirse para resolver la situación'. Por último se señala que el prestigio de Palma 'se está deteriorando a pasos agigantados y se compromete su seguridad y prosperidad por falta de previsión y de resolución por parte de las autoridades a quienes compete velar por la seguridad de la ciudadanía'.