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J.JIMÉNEZ Magdalena Seguí y sus dos hijos, todos vecinos de Inca, han pasado cuatro días de terrible angustia sin noticias de Rafael Nicolás Juan, su marido, que estaba desaparecido. Al final ha resultado que el hombre sufrió un aparatoso accidente de tráfico y llevaba todo ese tiempo en la UCI de un hospital, aunque nadie reparó en llamar a su familia.

El hombre, de 39 años, trabaja de camarero en un restaurante de Can Picafort y el sábado a la medianoche salió precipitadamente del local tras un incidente con unos clientes. «Desde entonces no supimos nada más de él. Pusimos una denuncia en la Guardia Civil y pasamos días pendientes del teléfono», recordó ayer Magdalena, indignada por el trance que había vivido pero aliviada por el final.

El miércoles por la noche la mujer escuchó un mensaje telefónico y llamó a un número: «Era el director de la clínica Juaneda y me dijo que Rafael estaba ingresado en la UCI porque había sufrido un accidente de coche tremendo». En efecto, el Ford Mondeo del vecino de Inca se estrelló contra otro coche en la rotonda del Coll den Rabassa, el sábado de madrugada, pero increíblemente nadie avisó a su familia. «Digan lo que digan la culpa es de la Guardia Civil. Es cierto que mi marido no llevaba la cartera encima, pero en la guantera estaba mi carnet de conducir», apuntó Magdalena.