TW
0

Friedrich Adolf S., de 67 años, nacido en Holanda pero con pasaporte alemán, fue detenido por la policía de Palma en la noche del pasado martes. Se solicitaba su detención a través de Interpol, que cumplía órdenes de la Fiscalía de la ciudad holandesa de Rotterdam, que le acusa de cometer una estafa por valor de 33.5 millones de dólares, que al cambio, supone más de seis mil millones de pesetas.

Según consta en la orden de detención, el holandés dirigía una organización delictiva que se ha dedicado a cometer numerosas estafas. Según parece, este individuo daba las órdenes correspondientes a los empleados de las empresas para que falsificaran documentos. El detenido simulaba ser el jefe de una entidad bancaria dedicada a la venta de bonos y obligaciones, ofreciendo altos tipos de interés. Para representar este papel entregaba a las víctimas documentos falsificados y, al parecer, el dinero que obtenía lo ingresaba después en sus cuentas.

El fiscal holandés mantiene que existen tres víctimas que se han visto estafadas por la actuación de este empresario. Este holandés estaba en libertad condicional por otros delitos desde el año 1999, orden que se anuló al comprobarse que se había fugado. Hace cuatro años las autoridades holandesas intervinieron en Mallorca al detenido una embarcación de 25 metros de eslora. El yate «Aphrodite» está valorado en 400 millones de pesetas y en la actualidad sigue en el dique seco del muelle de Palma. Al parecer, el detenido también está implicado en otra estafa de unos 10 mil millones de pesetas, lograda a través de negocios relacionados con la Federación rusa. Parte de este dinero pasó a manos de corruptos funcionarios soviéticos, aunque él también logró importantes beneficios.

El martes la policía localizó al ciudadano holandés en el Club de Mar, donde fue detenido. Se le ingresó en el Hospital General, al encontrarse indispuesto. Ayer tarde le visitó la juez de guardia, que le ha comunicado que quedaba bajo la custodia de la Audiencia Nacional al pesar sobre él una orden de extradición. El detenido vivía en un lujoso chalet situado en la urbanización de Bendinat.