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Un pequeño incendio registrado ayer en la zona de recepción, restaurante y cocina del hotel Bravo Club de Zanzíbar, propiedad de la empresa mallorquina Renthotel, se saldó sin víctimas ni heridas entre los 90 clientes alojados en el establecimiento, de ellos, ocho ciudadanos de Balears.

Según confirmó a este diario Antoni Llabrés, subdirector de Iberojet, el mayorista que comercializa las estancias en ese paradisíaco enclave turístico, las llamas fueron rápidamente controladas, sin que afectaran, en absoluto, a la estructura del edificio. El fuego se declaró en un lugar denominado «palapa» (cuya cobertura está confeccionada de material vegetal), donde se concentra la recepción, el restaurante y la cocina y no afectó al edificio donde duermen los turistas. Llabrés, no obstante, admitió que el programa de vacaciones a Zanzíbar puede sufrir una reducción momentánea del 50 por ciento para no entorpecer el trabajo de los técnicos que están solventando las deficiencias.

El hotel, que consta de unas 800 plazas, está siendo comercializado con Iberojet con bastante éxito debido a que se trata de un destino nuevo, que nació como una alternativa a otros lugares de gran tradición vacacional, como Cuba y República Dominicana, entre otros. Los vuelos a Zanzíbar se realizan a través de la compañía Iberworld, que anoche trajo de regreso a Palma a una parte de los clientes afectados por el fuego. El trayecto directo se realiza entre Madrid y Zanzíbar.

Según testigos presenciales, el fuego pudo haber sido intencionado, ya que se declaró en dos sitios distintos, aunque este extremo no fue confirmado por los máximos responsables de Iberojet en la capital balear. Los directivos insistieron en minimizar los hechos, señalando que se trató de un «pequeño incidente», y que en ningún momento estuvieron en peligro vidas humanas.