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Una anciana de 81 años resultó gravemente intoxicada al incendiarse su casa de Llucmajor a consecuencia de un escape de gas butano, según confirmaron en fuentes de los bomberos. Isabel Ardila Sánchez vive sola en una vivienda de la calle Ramon Llull número 36, cerca del convento del pueblo. A eso de las tres menos cuarto de la tarde la mujer encendió una botella de gas y de imprevisto se inició un pequeño incendio que fue tomando fuerza. El denso humo aturdió a la señora y provocó que cayera y quedara inconsciente junto a la puerta.

Los vecinos que vieron salir llamas por las ventanas avisaron sin demora a la Policía Local y la rápida actuación de los agentes municipales, de la Guardia Civil y sobre todo de los bomberos permitió rescatar a Isabel, que se hallaba tendida en el suelo, inconsciente, con el rostro ennegrecido y sin apenas poder respirar. Los bomberos tuvieron dificultades para acceder al piso superior porque el cuerpo de la octogenaria bloqueaba la puerta.

El personal de una ambulancia reanimó a la anciana y comprobó que su estado era grave, debido principalmente a las dificultades respiratorias que presentaba. La dotación sanitaria la evacuó urgentemente hasta Son Dureta, en donde quedó ingresada con pronóstico reservado. Los bomberos, mientras la ambulancia trasladaba a la víctima, iniciaron las tareas de extinción, que se prolongaron durante casi una hora. La casa está compuesta por una planta baja y un primer piso y la moradora llevaba 45 años residiendo en Llucmajor, según comentó un portavoz de la Policía Local.

Los daños en la casa fueron muy importantes y el techo resultó especialmente dañado. Por este motivo, ayer estaba previsto que el aparejador municipal revisara las instalaciones para conocer el alcance de los desperfectos y determinar si era posible habitarla de nuevo.