La Guardia Civil analiza las cuentas y los bienes de la viuda asesinada

El móvil económico es uno de las posibilidades que más contempla la Benemérita para aclarar el crimen. Ayer, los funcionarios policiales acudieron a la sucursal de la Banca March donde Irmela Regina Femmer guardaba el dinero y también se personaron en una inmobiliaria para conocer a nombre de quién estaba el chalet de sa Mola. La investigación se centra en dos jóvenes que últimamente frecuentaban la compañía de la viuda, si bien ayer un portavoz policial negó que hubiera testigos accidentales o indirectos del crimen y añadió que por ese motivo la investigación avanza lentamente.

La mujer mantenía una relación sentimental con un hombre llamado Manfred que reside en Alemania y que ayer se desplazó a Mallorca. La Guardia Civil tiene previsto tomar declaración al compañero de Irmela, cuya relación atravesaba una crisis, y a una abogada germana que al parecer era la mejor amiga de la fallecida. La casa de la urbanización de Andratx estaba en venta y la mujer había residido, en los últimos ocho años, en Peguera, Cala Llamp y sa Mola. Su círculo íntimo -compuesto por una decena de personas- ha negado que la viuda hubiera recibido amenazas en los últimos días y de momento no ha trascendido si Irmela pretendía mudarse a otra urbanización donde no estuviera tan sola o si, en realidad, quería regresar a Alemania.

En la ciudad germana de Moenchen-Gladbach parece ser que la víctima tenía una consulta sobre medicina general, así como otros negocios. De lo que no hay duda es de que su situación económica era desahogada, incluso boyante, pero ahora falta por determinar quién podía beneficiarse económicamente de su muerte. Manfred, el novio de la viuda, visitará la casa de la calle Moreda junto a la Guardia Civil, a fin de concretar si falta dinero u objetos de valor.