El coche quedó doblado contra el poste indicador de la autopista de Inca. Foto: F. CARBONELL

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Un coche que circulaba por la autopista de Inca en dirección a Palma protagonizó en la tarde de ayer un espectacular accidente que se saldó con tres heridos de gravedad y una estampa inusual: la del turismo empotrado y doblado contra un poste de señalización.

En el Peugeot modelo 106 matrícula IB-5349-CV viajaban tres varones identificados como Jorge Oliver Canals, de 23 años y conductor del automóvil, José Marsé Martí, de 67, y Martín Marsé Salvanesqui, de 31. Minutos antes de las cuatro de la tarde, cuando el vehículo alcanzaba el tramo del desvío de Santa Maria, el conductor perdió el control. Los investigadores no descartan que el joven se quedara dormido al volante pero, sea como fuere, el Peugeot 106 se desvió hacia el carril izquierdo, se subió al guardarraíl y salió despedido contra el poste indicador.

La violencia del choque fue tal que el coche quedó completamente deformado, adoptando una forma inverosímil. Otros conductores que presenciaron el espectacular «aterrizaje» dieron aviso a la Guardia Civil y de inmediato se montó un gran dispositivo de emergencia. Dos dotaciones del parque de bomberos de Inca, con cinco efectivos, y varias ambulancias se desplazaron raudos hasta el punto kilométrico del accidente, al igual que los funcionarios del subsector de Tráfico de la Guardia Civil.

José y Martín consiguieron salir del vehículo, pero el conductor quedó atrapado y cuando los bomberos comenzaron los trabajos para liberarle profería gritos de dolor y se quejaba amargamente de las severas lesiones que presentaba. Jorge fue evacuado hasta la clínica Juaneda con un traumatismo craneoencefálico y su estado es grave. José Marsé, según confirmó un portavoz de Ambulancias Insulares, resultó politraumatizado y fue ingresado en la clínica Femenía. El último de los involucrados, Martín Marsé, estaba policontusionado y fue atendido por los médicos de Son Dureta.