Los escombros causados por el desplome se cuentan por toneladas. Foto: HUMPREY CARTER.

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JAIME MOREDA Dos conclusiones se pueden sacar tras el derrumbe ocurrido el jueves en el hotel Picafort Park en el que la mitad de un bloque de apartamentos se desplomó sin que, de forma milagrosa, produjera ninguna víctima al encontrarse los inquilinos fuera de las habitaciones. Una, que los expertos no encuentran una explicación a lo sucedido. Y dos, que las personas consultadas por este diario muestran versiones contradictorias.

El decano del Colegio de Arquitectos de Balears, Antonio Ramis, comentó respecto al hecho: «Veo difícil que el suceso tenga que ver con un fallo del edificio. Además, lo que pasó ayer (por el jueves) en Can Picafort no tiene nada que ver con lo ocurrido en Alcúdia (donde se desplomaron los apartamentos turísticos Sunwing Resort, en Playas de Alcúdia el pasado mes de julio), ya que en ese caso lo que cayeron fueron las paredes de carga, mientras que en esta ocasión se ha venido abajo la estructura de hormigón. Ramis también señaló que a la hora de construir un edificio no importa el terreno sobre el que éste se levante «y la seguridad no depende de los componentes del suelo, sino de la construcción en sí».

Respecto a este último extremo, la geóloga Rosa María Mateos, en declaraciones a Antena 3 TV Mallorca, declaró que «mi opinión es que lo sucedido se ha podido deber a una mala cimentación, ya que los apartamentos estaban edificados sobre una zona de dunas, cuyos componentes son muy sueltos». Mateos descartó que el derrumbe fuera provocado por un corrimiento de tierras, «ya que el bloque se encontraba sobre un terreno llano».

Por último, un prestigioso arquitecto declaró a este diario que «la hipótesis del corrimiento de tierras carece de base» y negó que el hotel se hubiera construido sobre suelo arenoso. Añadió que, según sus informaciones, en esa obra se extremaron todas las medidas de seguridad para garantizar una construcción sin problemas, descartándose soluciones técnicas más atrevidas. En una primera inspección ocular se ha podido comprobar que el material utilizado correspondía a lo proyectado.